Mujer, yunque precioso,
en la noche de tu cuerpo
fui el herrero martillando su mirada.
En tu cielo, tus poros,
miles son de estrellas.
Tus planetas de espaldas, perfectas gravedades
ocultaban tu vida, tu milagro continente.
Ellas, descubrieron a mi tiempo,
péndulo invertido,
que mecido en la ganas
de tu mar a la deriva…
…Fuimos dioses
jugando a sembrar vida.
..:: MAuro ::..
30/01/2007
7:57pm
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