Ay la muerte que lleva lejos y te pone los espejos frente a ti,
todo el sonido tenso y detenido en una cobra de pie,
todos sus venenos guardados en la cabecera de tu cama,
el ay en todo lo que incomode como un insecto muerto que
se deja caer entre tu camisa y tu espalda.
Dónde quedó el alma de sus alas,
donde está el huevo insignficante que
lo trajo hasta ese momento que ya no está...
No hay comentarios:
Publicar un comentario