Ayer me llamaste y sucedió ese extraño momento
en que tu voz, cuando calla, susurra que ya nada es lo mismo.
Lo mismo dije cuando respondí tus silencios usando los míos,
(como si ellos fueran autos que no nos dejan cruzar al otro lado de la calle).
Tuve palabras tan distantes y frías como son los camiones,
otras tuyas, tan cercanas y peligrosas como son las motos.
Había tantas palabras frente a nosotros
(rodando sin saber hasta cuándo)
y yo que esperaba se callaran muy lejos
para poder cruzar donde ti.
E imaginaba que tal vez, en algún momento
te miraría y te diría que me encuentro sobre esta vereda,
y entonces, tal vez algún semáforo
cambiaría sus luces en silencio
y detendría nuestros autos para poder cruzar.
..:: MAuro ::..
11/5/2007
1:49pm
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