Cabezas putrescentes
me consuelan,
ayer clavadas a las vigas: de estos pupilos no será el invierno
SYLVIA PLATH
Paisaje eres, manos sin líneas que mirar,
derrumbe de montaña
eres diciembre, mes del resumen que se acaba.
Déjame sentarme en mi vida y contemplar:
tu casa ajena alborotada, arrastrada en refacciones
otra vez el sol asoma y amarilla como un libro viejo.
Ojalá el cigarro abandone tus pulmones,
que se vaya como un mal recuerdo que no consigues olvidar
y es así, como ayer decías que iba a ser...
Todo es más simple sin tenerme,
pues eres pequeña y todo te resulta tan enorme,
la distancia de tu verdadero hogar, el que quieres y no te atreves,
siempre caminando en tus mismos errores.
Y heme aquí, mirando tu jardín y las flores que consuelan,
sus tallos rebeldes con espinas,
los pétalos como tus fosas nasales que respiran allá afuera.
Monótono es todo, laboras sin testigos pues eres de retoños:
picos de ave que alimentas con recuerdos bellos que
algún día serán su madre.
Todo vuela con ilusiones rotas, desengañado porque no se atreve,
y sin embargo, siempre hay otra en ti, tú y la que toma notas,
porque tus papeles todo lo soportan.
Piensas que tu madre es como el mes único de quien nacieras,
antípoda enfrentada en una fiesta cristiana.
naciste como hoy, como se sintió el mes ahora.
Hoy es una fecha como tantas otras, un número que se abulta,
un calendario que se fue y vendrá a tejer las promesas olvidadas,
esas que traen un regalo escondido que no se atreve a abrir,
del porqué no quieres existir distinta.
Y el viento enreda tu nombre mientras soy de otra,
la que observa y a la vez, yo obedezco cuando
escribe lo que piensa y no se atreve a publicarlo.
..:: MAuro ::..
23/12/2007
ayer clavadas a las vigas: de estos pupilos no será el invierno
SYLVIA PLATH
Paisaje eres, manos sin líneas que mirar,
derrumbe de montaña
eres diciembre, mes del resumen que se acaba.
Déjame sentarme en mi vida y contemplar:
tu casa ajena alborotada, arrastrada en refacciones
otra vez el sol asoma y amarilla como un libro viejo.
Ojalá el cigarro abandone tus pulmones,
que se vaya como un mal recuerdo que no consigues olvidar
y es así, como ayer decías que iba a ser...
Todo es más simple sin tenerme,
pues eres pequeña y todo te resulta tan enorme,
la distancia de tu verdadero hogar, el que quieres y no te atreves,
siempre caminando en tus mismos errores.
Y heme aquí, mirando tu jardín y las flores que consuelan,
sus tallos rebeldes con espinas,
los pétalos como tus fosas nasales que respiran allá afuera.
Monótono es todo, laboras sin testigos pues eres de retoños:
picos de ave que alimentas con recuerdos bellos que
algún día serán su madre.
Todo vuela con ilusiones rotas, desengañado porque no se atreve,
y sin embargo, siempre hay otra en ti, tú y la que toma notas,
porque tus papeles todo lo soportan.
Piensas que tu madre es como el mes único de quien nacieras,
antípoda enfrentada en una fiesta cristiana.
naciste como hoy, como se sintió el mes ahora.
Hoy es una fecha como tantas otras, un número que se abulta,
un calendario que se fue y vendrá a tejer las promesas olvidadas,
esas que traen un regalo escondido que no se atreve a abrir,
del porqué no quieres existir distinta.
Y el viento enreda tu nombre mientras soy de otra,
la que observa y a la vez, yo obedezco cuando
escribe lo que piensa y no se atreve a publicarlo.
..:: MAuro ::..
23/12/2007
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