1.) Reconozca qué tipo de adicción tiene, si UD tuviera la adicción física al cigarro, pues fume todos los que pueda en cuenta regresiva hasta casi llegar a nada (algo así como la vida sexual en los casados).
2.) Si su adicción fuera psicológica, pues estamos en problemas:
A.-Según BF Skinner "Un comportamiento seguido de un estímulo reforzador provoca una probabilidad incrementada de ese comportamiento en el futuro" O sea, haga de su necesidad de dejar el cigarro una tarea a ser recompensada, cuando pasen los días sin fumar y UD sea un victorioso de pulmones límpidos, pues dese un premio anhelado, podría por ejemplo, fumarse un cigarro.
B.-Si UD le tuviera fe al premio Nobel Pavlov, sea como aquel perro que usó en su laboratorio, al que una campanita lo hacía salivar con su tañer. Si siente el humo cerca, UD se angustia; lo necesita, lo desea. No piense en acercarse a la fuente de ese delicioso aroma, siéntase correctamente, y sea buen chico. Pero si quiere que le inviten, solo una pitadita para no perder la costumbre, mire con pena canina y pida con la patita.
3.) La nicotina es una de las drogas más adictivas que existe, pero hay una manera para emanciparse de ella. Realice actividades inusuales; si UD sabe que el cigarro es el fiel acompañante de su día, pues hágale trampa, y realice cosas que su amado cigarro no conoció en su compañía, tampoco podrá añorarlo en esos quehaceres nuevos que le planteo. Si por ejemplo UD suele tomar el café con la mano izquierda y fumar con la derecha, pues ahora tome café con la derecha, y no use camisa blanca.
4.) Y si UD no consiguiera, por esas cosas del destino o de lluviosas cafeínas, mantener limpia su camisa blanca, pues entonces cambie de táctica (tal vez de anteojos también) tome una gaseosa con su mano fumadora, y si a su mano libre le diera ganas de sujetar un cigarrito, bloquee el ingreso de su boca de inmediato, bébase la gaseosa, (pero usando un sorbetito).
5.) Cuando vea que aquellos dedos
atenazadores de su humo prometido andan libres y quieran ese cilindrito de
papel, dele
algo distinto qué poner en las falanges, algo entretenido de sostener, una
pluma, un recibo, un caramelo, sus lentes, su peluca o su bisoñé, también
podría probar con el relleno del brazier, o esa media enrollada que usa en la
bragueta para dar forma a su orgullo, los mocos de la nariz, la cerilla que se
le escapa de sus apéndices auditivos, tantas cosas más podría poner. Pero lo
importante alma lectora, y el secreto de este método, es darse cuenta de que a
veces tener ganas de fumar, cuando UD ya decidió que no, puede dejar en
evidencia sus flaquezas o defectos.
..::MAuro ::..
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