Otra vez la cordura se desmaya y
algo de mí evita que
se rompa en las fracciones de mi vida,
pedazos que miran siempre a un mismo impacto, que
ruedan escondiéndose debajo de las camas…
Cómo supiera controlar estas mareas
saber que todo en mí es angustia momentánea,
pero pienso en la cordura allá tirada y
laceran mis instintos de ultrajarla,
saber que está dormida, soñando conmigo sin saberlo,
y justo ahí,
me celan sentimientos despechados...
¡Quién seré yo!
un arrojado que nunca cupo dentro de sí mismo,
un peatón, tan solo,
que no alcanzó a cruzarse con nadie en
las veredas,
y cuando ve en las vitrinas una maniquí que lo fascina
ve su reflejo a medias mirándolo de frente y
a otra mujer,
tal vez la verdadera,
esperando que la observe...
..:: MAuro ::..
31/05/2010
9:12pm
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