1.) Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar, qu´es el morir.
Allí van los señoríos
derechos a se acabar
e consumir.
Ha facido la distancia,
o sea, yo.
No chorree buen Manrique
no moje, no hay quien planche
no discurra ni se escancie,
haga como el agua de excusado
caiga derecho
(y no se atore al discurrir)
2.) Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido,
cuántas sorpresas Don Lorca,
que es sabido en esos casos insistir,
no se espante y menos deje a la señora,
ya lo dijo el viejo adagio,
(porque amar es compartir).
3.) Silencio la tierra va a dar a luz un árbol,
La muerte se ha dormido en el cuello de un cisne,
Y cada pluma tiene un distinto temblor.
No es temblor el manifiesto que se escribe, buen Huidobro,
el silencio de la tierra no es al árbol
es que no despierte la muerte,
y así repartir entre menos
para cuando se yanten el cisne.
4.) Déjame que te hable también con tu silencio claro como una lámpara,
simple como un anillo.
Eres como la noche callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Déjeme que le hable también con mi silencio,
que ya vuelvo,
voy a practicar telepatía
(que algo me cayó mal en la comida)
Y no importa, yo sentado en aquella taza y
sobre aquel sello de agua sin abdicar repetiré:
“Nuestras vidas son los ríos que van a dar al mar...”
MAuro
Pd: Hago extensivo mi afectuoso saludo por las facilidades del caso a Jorge Manrique, Federico García Lorca, Vicente Huidobro y Neftalí Reyes. Gracias chicos.
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