..:: Sesión ::..

(Experimental)

-Buenas tardes doctor, fue algo complicado estacionar el auto en su garaje esta vez

-No tan complicado como siempre, pero puedes echarte que ya se inició la sesión

-Algo de algunos días aún me dan vueltas por la mente y no termina de pasarse como agua en una tina que no encuentra un hoyo para irse.

-A ver cuéntame, solo recuerda, asocia sin razonar.

-No es tan fácil, hay tantas cosas, tantas que de pronto se inmovilizan, como si fueran un ejército formado en un patio al que le paso revista, tantos hombres mirándome esperando mi comando, veo a cada uno a los ojos, todos tan distintos.

-Siempre son soldados?

-Siempre, de alguna manera sospecho que hay una lucha, pero siempre estáticos

-Lo que pasa es que bloqueas, asocia, no razones.

-Pero cómo puedo no razonar, si ese es el orden de las cosas, no se dice nada al precipitarse, se piensa primero antes de hablar. Ya sé lo que me va a decir, que diga lo primero que pasa por mi mente sin mayores pretensiones ni significados, eso trato, pero ahora estoy frente a un viento de aves, tantas que se abalanzan sobre mí en un vuelo incontrolable al que me niego ver, solo atino a cruzar los brazos para protegerme la cara.

-Esas son las razones que vuelan, y seguramente cierras los ojos para protegerte, solo mira a esas aves y descríbeme su vuelo.

-No puedo, van muy rápido y me golpean el cuerpo. A veces no puedo razonar cuando estoy acá solo me asaltan imágenes una tras otra y otra más, a veces me dan ganas de tomar nota o grabar lo que digo, porque se forman sensaciones de todas las épocas, como si yo no controlara lo que digo, como si apareciera de pronto.

-Es como un sueño, donde tú actúas y a la vez diriges lo que quieres sentir, pero no lo razones solo describe.

-Es difícil de describir, porque siento una isla como si estuviera cerca de mi país, como si desde mi orilla la pudiera ver, la siento cerca, como si solo me bastara un momento para reclamarla, como si me reuniera con todos esos soldados que viera en el patio y les encargara la misión de invadirla. Todo desde el pensamiento se siente propio, no es un sentimiento, ya lo tengo claro, es una sensación de pertenencia que a la vez sé que no es cierta. De todos los hombres que comando, lanzo a uno al ataque, a la invasión de esa isla, y de pronto, él empuñando sus armas se da cuenta en la realidad que no es su territorio, como si leyera un libro y sintiera al autor como a un conocido y si tocara su puerta se diera cuenta que no lo conoce en verdad, como si el tiempo no existiera cuando siente esa isla, pero la realidad se impone la regla de la distancia y del tiempo transcurrido, como si no hubiera una batalla real, como si los habitantes no entendieran lo que sucede al verlo o al verme dispuesto a una conquista que no es cierta.

-Interesante la imagen

-Pero a la vez me esfuerzo por no decir cualquier cosa en este diván, sino a ordenarme en las palabras como una ofrenda ante sus oídos, como si tuviera la obligación de decir algo que valiera la pena.

..:: MAuro ::..

16/04/2013
1:52am