jueves, 23 de octubre de 2014

..:: Los ojos del espejo ::..



Del poemario Medusa


Me aburre del mundo el patrón al hablar,
sus mismas preocupaciones, sus mismos vicios y los mismos dolores aquejados,
los mismos ciegos que se reproducen en sorderas, los subconscientes y las carnes que envejecen,

todos nos aburrimos por recordar, por creer que somos otros y
somos un mismo cuerpo cortado a pedazos,

la misma voz que dijo todas las palabras del mundo
sólo para sonarse distinta y creerse importante,

porque todo depende de la expectativa,
del que abra la puerta, del que cure el ala rota que se rompe en el aire propio y ajeno.

Qué haría más que no aburrirme, comerme un hombre y a una mujer,
a los dos en sus penas y alegrías, a los dos sin arriesgar el apetito,

pensar como si el mundo fuera una presa que se mira en el secreto,
un ave que se eleva lejos y arroja su sombra a mis pies para que yo la pise,

pero cuando veas la vida de los ojos, cuando te veas desde un cuerpo que alberga un parásito,
hasta ese momento todos seremos lo mismo.

Tantos cuerpos que han perdido las sombras confundidas con los otros,
tantos otros mirando un mismo sol.

Sin embargo yo te veo, desde mi estilo, yo te veo, pero arrojo la mirada como si me sacara un zapato,
o una camisa, o el corazón, y todo aquello que puede caber sobre una silla.

De tantas palabras se han simulado nuestras conversaciones, tan inútilmente en creencias,
pero tan ideas que aglomeran mis pedazos.

Y todo en la vida se repite, sólo que en otros tiempos, por eso es que te digo ahora que la tierra es redonda.

Lo mismo da encallar y recorrer la orilla, lo mismo como si ante ese evento el otro ya no importe,
porque el paisaje es más bello.

Mar de aves que encubren el cielo de mi sonrisa irónica, todas ellas se creen seguras en sus alas
pero es mi viento en el que pienso cuando siento el aire, y tengo miedo.

Y qué eras tú sino un pretexto, y qué era yo sino una fábrica de sombras,
y da lo mismo porque un moribundo ha pasado entre nosotros ahora.

Me quedan tus pies imposibles de ignorarlos porque de ahí partes y terminas,
porque te sostienen callados y ocultos de mis ojos.

También te quedan las manos como un cuerpo a rastras que no llegó a formarse,
las manos que buscan en tu cuerpo como si buscaran un libro escondido y
al abrirlo se apareciera la Luna.

Un escualo merodea lo que fue y desea que regrese, así vas tú,
siguiendo mis pasos en los dedos de otros que responden tus encargos,

así he sido yo en las tardes vagabundas en el borde del abismo.

Y los fantasmas, esas negras energías de lo pendiente que atormentan y hacen llover para adentro.

Así empapados de los dos, aquí estamos como una posibilidad matemática,
como el último grito del ahogado que respira por una mano abierta en el auxilio.

Y cada uno en una cara distinta de la realidad, la que refleja los actos como un diamante imperturbable, en los que somos un rayo de luz que escapa de él,

pero a veces atravesamos la piedra y la piedad, el deber ser y la espera.

Así hablo yo, ya lo ves, desde el tiempo detenido,
desde la confesión que no se cree y no termina de contarse,

así esperas la mía como el nacimiento de la yerba,
como el cachorro que busca a qué aferrarse y
doméstica sus instintos mientras busca a quién querer.

Así es la poesía, se comienza con las ganas de leerla, y se termina con el último lamento de la letra que ya no se comprende.

He ahí una lámpara vacía cuando cierras el libro,
yo no entiendo qué me ocurre, y repito su luz como un recuerdo,

porque no hay fuego más intenso que aquel que se tiene en la piel que no arde,
porque el fuego está en los ojos del espejo…



..:: MAuro ::..

23/10/2014

4 comentarios:

Soledad Arcos dijo...

Me gusta mucho este poema Mauro, lo siento muy mío, se nota la madurez en las letras en todos estos años, se nota la lluvia pasada. Me alegra retomar el contacto contigo, aun me acuerdo cuando te escribí pensando que habías muerto porque murió alguien con tu mismo nombre, ¿tú lo recuerdas? jajaja, y resultó que estabas de parranda ;). Comparto por google+

Soledad Arcos dijo...

por cierto, si le doy mucho de comer a los peces morirán? y si no, no? curioso

..:: MAuro ::.. dijo...

Recién caigo en cuenta, todos estos años van desde el 2004 acaso? Como que son bastantes. Recién caigo en cuenta...

Soledad Arcos dijo...

así es, toda la lluvia desde 2004 hasta ahora es mucha lluvia :)


por cierto este poema ya está íntegro en su versión austro-andaluza
(otra cosa es que lo envíe)
(fase cual era esa??)